miércoles, 8 de julio de 2009

Fuera del nucleo

Nada de lo que habia anotado para hacer seria lo que hiciese. Loco pensar que pasa lo mismo a mayor escala, en la vida. Por algun lado escuche "Uno sera lo que tenga que ser, o no sera nada".

Resulto que pase del Hostel SurfNSnow atendido por una chilena al depto de mi couchsurfer. Ahi tire todos los bartulos, que por cierto son demasiados, y corri a encontrarme con Mike Howie. El hombre que habiamos conocido en nuestras clases de tango me daria una calida recepion, un saludo de amigo y un poco mas de tranquilidad. Vive en Ponsonb, afuera de Auckland Central. Paramos en un cafe y charlamos un poco de mis ideas para este viaje, algo que me llevaria mucho mas que un cafecito. Una recorrida por el barrio me daria otra vision fugaz de Auckland. Nada parecido a lo que hasta ahora habia vislumbrado. Auckland City Centre o "El microcentro" para nosotros, es una capital japonesa de pelicula. Repleto de Asiaticos, comida chatarra y tremendas edificaciones aglomeradas en pocas cuadras a la redonda.



Me dejo en una avenida, quizas por conveniencia y quedamos en estar en contacto. Caminando por esa zona decidi que no era el centro donde tenia que estar, y quizas fuera conveniente dar un buen paseo con mas detalle.

El resto del dia paso rapido y sin mayor detalle. Quizas escuchar castellano cordobes de la voz de Lucas Pedroza (otro Argento perdido por aqui), seria un respiro para mi ingles atascado.




Aunque la relacion con quien me hospeda no es la mejor, bastaria para acercarme a un bar y cruzarme con otros argentos entre cervezas importadas y musica top.

Mencion especial quiero darle a los baños publicos. En cada plaza o parque o edificio hay uno y ya me ha salvado la vida en un par de urgencias intestinales.

1 comentario:

Unknown dijo...

cada dia que pasa me seguis sorprendiendo!!! comenze a seguirte por el blog, está muy bueno,me gusta mucho tus descripciones. que bueno que te contactaste con el neozelandes, pero hubo poca onda o me parece??? y buenísimo el salvavida de los Baños.
Besos, mamucha